Lermite

“Bueno, Aladino, ¿dónde está la lámpara?” Y Aladino contestó: “¡La tengo en el pecho!” El otró dijo: “¡Sácala ya y dámela!” Pero Aladino le dijo: ¿Cómo quieres que te la de tan pronto, ¡oh tío mío!, si está entre todas las bolas de vidrio con que me he llenado la ropa por todas partes? ¡DéjameSigue leyendo «Lermite»

La Estrella

«—De acuerdo. ¿Cómo puedo llegar al río Amarillo? —pre­guntó imitando el acento de la mujer, el acento de Shandong. —¿Qué río Amarillo? —preguntó ella. —El río Amarillo, sólo hay un río Amarillo en China. Su ciudad, Jinan, ¿no está al borde del río? —¿De qué está hablando? Mi ciudad está lejos del río. Nun­ca heSigue leyendo «La Estrella»

El Ermitaño

«Los lazos entre un ser y nosotros  no existen más que en nuestro pensamiento. La memoria al debilitarse los relaja y a pesar de la ilusión con la cual quisieramos ser engañados y luego, por amor, por amistad, por educación, por respeto humano, por deber, nosotros engañamos a los otros, nosotros existimos solos. El hombreSigue leyendo «El Ermitaño»