El Enamorado

“¿Alguien hay?”, y “hay”, había respondido Eco.

Él quédase suspendido y cuando su penetrante vista a todas partes dirige,

con voz grande: “Ven”, clama; llama ella a aquel que llama.

Vuelve la vista y, de nuevo, nadie al venir: “¿Por qué”, dice,

“me huyes?”, y tantas, cuantas dijo, palabras recibe.

Persiste y, engañado de la alterna voz por la imagen:

“Aquí unámonos”, dice,y ella, que con más gusto nunca

respondería a ningún sonido: “Unámonos”, respondió Eco,

y las palabras secunda ella suyas, y saliendo del bosque

caminaba para echar sus brazos al esperado cuello.

Él huye, y al huir: “¡Tus manos de mis abrazos quita!

Antes”, dice, “pereceré, de que tú dispongas de nos.”

Repite ella nada sino: “tú dispongas de nos.”

Narciso y Eco, Ovidio.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: