‘Cada noche, la Shekiná desciende a las klipots para recuperar las almas perdidas y chispas. A medianoche, comienza a surgir, poco a poco, hasta la mañana, cuando salga por completo. Cada nuevo día es una pequeña liberación y la redención final se llama amanecer.’
P.Auerbach
«Hasta que los pies (del Sitra Hara) lleguen a los pies»