
Pagano, del latín paganus, fue un término peyorativo utilizado por los soldados romanos para referirse a quienes no eran soldados, cuando estos últimos pasaron a ser cristianos, el devenir del término designaría a todos los no cristianos.
El Neopaganismo es una construcción postmoderna inspirada en un pasado precristiano y en literaturas románticas más recientes. Se ha apoyado en diferentes movimiento como el anarquismo, el feminismo, la conciencia ecológica, pero más generalmente se constituye como un movimiento contra lo institucionalizable, ya sea en forma de transgresión o de alternativa.
Es frecuente confundir en ese sentido el Neopaganismo con el movimiento New Age, ya que comparten en alguna medida una desconfianza con las instituciones y la valoración del individuo como agente de búsqueda de su propia verdad.
La diferencia entre ambos movimientos está en las creencias, mientas el New Age se presenta como una filosofía de vida, generalmente basada en verdades perennes y de carácter insípido, a la cual podrían pertenecer personas de diversas religiones, el paganismo en cambio no es compatible con muchas de las creencias vinculadas al judeocristianismo.
El Neopaganismo se puede entender como una de las formas de reconstruir una estética de la existencia, similar a la que otrora se practicaba en los tiempos helénicos. Esta estética de la existencia es una respuesta a la excesiva valoración de lo práctico y lo eficiente, se pone en duda el paradigma del desarrollo y el progreso, y se propone re-establecer la belleza.
En la cultura helénica, la estética la constituía la relación del hombre consigo mismo, el famoso “hombre, conócete a ti mismo”. Hay que tomar en cuenta que esta forma de pensamiento era exclusivo para los hombres (no para las mujeres) y no configuraba en ningún caso una ética aplicable a la población, sino más bien una moral personal y una preocupación por sí mismo.
Si bien los relatos antiguos sirven de inspiración, cada persona es invitada a crear su propia relación con las deidades paganas y a la vez su propio sentido de la moral. La ética por otro lado suele reducirse a algunos principios retóricos, como el “no dañar a otros”, por lo general el paganismo no pretende hacer proselitismo, ni imponer sus ideales al resto de la sociedad.
Frecuentemente el neopaganismo se presenta como un politeísmo algo que permita relacionarse con deidades de diferentes características. Muchas veces se incluyen creencias panteístas o animistas, ya que entiende la o las divinidades como inmanentes, como uno o varios espíritus que permean la realidad, habitando cada rincón de la Naturaleza. Es este concepto de sacralidad directa la que se opone más fuertemente a la teología cristiana, junto con la introducción de divinidades femeninas, o Diosas y la deconstrucción de la moral convencional. A veces se considera también válida la visión holística de un Alma Mundis, un Sin nombre o un Gran Espíritu.
En la dualidad entre un ateísmo y un monoteísmo, hoy en día ambas alternativas aparecen como represivas, ya que impiden la exploración de lo imaginario como real, de la magia y de las habilidades psíquicas.
Las religiones Neopaganas re-encantan a las personas a través de elementos estéticos, intuitivos, culturales y rituales, manifestándose en múltiples formas.
Bib.
Historia de la Sexualidad, Michel Foucault
Amber Laine Fisher
Journal of the Western Mystery Tradition No.6. Vol. 1, Vernal Equinox 2004
A Coming Home:
Neo-Paganism and the Search for Community
by Loleta B. Collins
Philosophies in Conflict
by Paul Connelly