Memorias de Beltane
Beltane es el tiempo en que en la Rueda de Avalon celebramos el florecimiento de la primavera. Es el tiempo en que Rhiannon, la Diosa del amor y de la sexualidad sagrada se reúne con su consorte Pwill. Él regresa del inframundo con la ayuda de Rhiannon y se encuentra con ella en las laderas de los “cerros huecos”, aquellos cerros sagrados que son la entrada al otro mundo, a Elfland, la tierra de los Elfos.
Recientemente tuvimos la bendición, junto a la Tribu del Manzanar de poder celebrar al aire libre y en las playas de Viña del Mar esta festividad. Danzamos el llamado “palo de mayo” en el noviembre del hemisferio sur, enlazando las polaridades, encontrándonos cara a cara con otras personas que transitan el camino en direcciones opuestas, celebramos este enlace tejiendo la mágica trenza de Rhiannon. Saltamos el fuego sagrado del Caldero de Annwn, el Caldero de Kerridwen, aquel que nos promete creatividad fértil.
¿Por qué es tan importante celebrar los cambios de estación y las festividades intermedias?¿Para qué hacemos esto o con qué fin?
La naturaleza funciona con ciclos que se manifiestan en el mundo que nos rodea y en nuestro propio cuerpo. La Diosa va cambiando de aspecto a medida que el año transcurre y la Madre tierra se va vistiendo de distintos colores, y energías en el transcurso del año. Esto nos afecta porque vivimos dentro de Ella. Y nos afecta de distintas formas, abriéndonos a ciertas emociones, produciendo nuevos encuentros, cambiando las circunstancias que vivimos. Los signos de la naturaleza que nos rodean nos remueven en lo profundo de la conciencia. Cómo en la metáfora de Pierce, la conciencia es como un lago sobre el cual caen gotas de lluvia. Estas gotas remueven incluso lo más profundo del lago. Este es el efecto de las impresiones del entorno en nuestro ser. Siempre están ahí, sólo que no somos concientes.
Estas energías fluyen en nosotros si o si, al hacernos concientes de su llegada nos alineamos con Ella y pretendemos sacar el mejor provecho, para que colaboren con nuestra evolución y nuestros deseos.
Es por esto que es tan importante celebrar los cambios del entorno, son parte nuestra, del ciclo que se repite y que nos hace revivir patrones para poder sanarlos de una vez. Cada vez que la rueda gira tenemos una nueva oportunidad de aprender y profundizar, transitando la espiral que va al centro del ser. Tomando conciencia en cada paso nos abrimos a recibir las bendiciones y desafíos de cada tiempo.
Beltane además no cae en cualquier fecha, en el hemisferio norte es cuando el sol está en el grado 15 del signo de Tauro, es un signo que se relaciona a la sensualidad, a los 5 sentidos y a todas nuestras glándulas endocrinas. En el hemisferio sur esta festividad nos toca en el grado 15 de Escorpio, tiempo de sexualidad y transformación, revelando como el amor nos conecta con el encuentro con la muerte y los cambios profundos del ser.
En otro nivel, la astrología sumeria y muchas de las formas de astrología antigua, incluían al tiempo meteorológico en sus profecías, ya que este ejerce una influencia directa y más cercana que las mismas estrellas. Esta conexión se ha ido perdiendo con el tiempo y el motivo de celebrar Beltane en Noviembre y no Samhain, popularmente conocido como Halloween, es que no podemos ignorar el clima que nos rodea. En la Rueda de Avalon el tiempo queda representado por las nueve Morgens, cada una es la representación de una faceta del clima. Morgen Thetis en este tiempo es la Dama de la Música y Guardiana del tiempo, y está representada por las nubes. Las nubes son puertas abiertas a la imaginación, la práctica infantil de jugar a ver figuras en las nubes, puede ser utilizada como forma de adivinación en la naturaleza. En este tiempo de transición las nubes siguen cubriendo el sol gran parte de los días.
Cada día estamos tomando más conciencia de las distintas capas de simbolismo del mundo que nos rodea, y cada vez más personas celebran más los cambios sutiles de la naturaleza. Es de esperar que las facetas de la Madre Tierra durante el Año se revelen cada vez a más personas.
Susana Aguilar
Sacerdotisa de Avalon