Crónicas de la PantheaCon

Crónicas de la PantheaCon

Preámbulo

Junté ganas para escribir una crónica de la PantheaCon, en parte porque me ayuda a recapitular todo lo vivido y también porque tengo muchas ganas de contar a muchas personas parte de la experiencia, si bien a algunas podré verlas pronto, otras quizás no y quizá no haya tiempo de narrar tanto. Además así me ahorro hablar, y a quien no le interese no lo voy a aburrir.

También porque leer una crónica es “cool”, basta con ver la popularidad de los evangelios, ósea qué mejor que saber de algo a través de alguien que estuvo ahí como testigo. Esto lo digo porque yo llegué a la PantheaCon gracias a que todos los años los blogs paganos se llenan de críticas, crónicas y cahuines (obvio) de la PantheaCon. Todos los años me entretenía leyendo y lo único que quería era estar ahí.

Una de las polémicas que seguí blog a blog , fue la de Z. Budapest, quien no aceptó transexuales en su taller dirigido “sólo para genéticamente mujeres” lo que llaman “cis-woman” en esta nueva dualidad de cis-trans (como si no fuera poco tener dualidad femenino/masculino, de acuerdo a esto habría cuatro géneros). La polémica fue tal que se publicó un libro respecto del tema “Gender and Transgender in Modern Paganism”, una iniciativa del Círculo de Cerridwen. Libro que recomiendo leer para quienes les interesa el tema, es gratuito y lo pueden descargar aquí http://st4r.org/genderbook.pdf. Lo más irónico de la situación es que la instancia era una ceremonia a Lilith, nada menos transgresor.

Pero eso fue el 2012, y estamos en el 2016, y la verdad es que no me he enterado mucho de los conflictos (que no sea en conversaciones de baño) así que espero verlos escritos en otras crónicas.

Les cuento esto porque la PantheaCon tiene la gracia de juntar paganos de distintas tradiciones, y las tradiciones paganas tienen diferencias y algunas irreconciliables como en este caso. Juntar a los paganos es bello e incómodo a la vez, bello porque es una oportunidad para conocer otras personas con las que compartimos tanto en común. Pero también nos volvemos conscientes de la separación entre nosotros.

Pero ya basta de preámbulos. Intentaré no aburrirlos. Obvio que no se puede contar todo, los rituales y ceremonias son momentos suspendidos en otra dimensión: “indecibles”.

Día 1

Me levanté muy temprano, en parte porque aún no me acostumbraba al uso horario y en parte por los nervios, para ir de las primeras a buscar mi credencial de miembro y de presentadora. Al mediodía participé en el Ritual de Apertura con Glenn Turner y amigos, generando la “buena onda” para el evento. Luego fui a almorzar descansar otro rato, estaba muy nerviosa, en verdad presentar en la PantheaCon me ponía muy nerviosa. Además ya me había dado cuenta de que en los baños se criticaba todo lo que se podía criticar. Además me di cuenta que era de las pocas que venía de afuera, casi todos eran americanos, unos pocos australianos, neozelandeses. Si había europeos, vivían en américa. Vi caras conocidas en los pasillos, Selena Fox, Christofer Penzack, StormFaeryWolf y así otros. Afortunadamente todo salió bien, algo que en principio no tenía claro, me quedó más claro cuando recibí el feedback de lo que había presentado. Obvio, después quedé agotada y me fui a descansar un rato.

Me habían dado el consejo de no intentar hacerlo todo, sino más bien buscar un par de cosas que me interesaran y enfocarme en eso, sino sólo me iba a agotar y llenar de información. Seguí el consejo, muy sabio, creo que me permitió disfrutar aún más.

Esa tarde me fui a la Feri hospitality room a la bienvenida! Había champaña y agua de rosas, opté por lo segundo porque iba a una ceremonia después. Ahí tenían un bello altar cargado con la energía de la Diosa Estrella. La pieza más llamativa era una pintura de Morpheus Ravena artista y tatuadora, que además tiene un libro publicado sobre Morrighan, esta es su web http://bansheearts.com/. Me sentí muy acogida, a todos les llamaba la atención mi tatuaje, la verdad es que casi todas me decían lo mismo, “siempre he querido hacerme uno, pero por mi trabajo no lo hago” o “es una buena idea para usar estos días, pero el resto del año no es tan buena idea”. Pero si, vi más personas con la luna en la frente en los pasillos, no era la única.

Me despedí para ir al Sacramento de Hékate Triodia facilitado por las brujas y warlocks del Blackrose Coven, vestida de negro para la ocasión, disfruté mucho del ritual, era muy familiar y me recordó mucho a las experiencias vividas en Chile con Hékate, aunque el formato del ritual era muy moderno, la energía que se podía sentir era la misma.

Una de las cosas “raras” de la PantheaCon es que se hace en un hotel. No hay naturaleza, y básicamente uno pasa todo el día encerrada ahí. Está prohibido usar incienso y encender velas, por ende todos los altares y ceremonias se acondicionan con velas eléctricas. Y por más que imitan la llama, no es lo mismo, todo esto le daba a las ceremonias y altares un aire entre futurista y navideño, y sin embargo no disminuía el poder de los espacios, cada espacio en que estuve acogía las energías propiamente, aunque faltaran los ingredientes tradicionales, si bien eso ya lo sabía, es grato comprobarlo en eventos tan masivos.

Hermoso ritual, para seguir con otro más “chacotero” y no por eso menos sagrado.

Si lo que más esperaba ese día era el ritual de los Discordians. Era una “sesión sagrada” de juego de Rol llamada “Dungeons & Discordians”, invocando al rostro de guerrera de la Diosa Eris, para convertirnos “objetivamente en mejores paganos”, venciendo la piñata gris y restableciendo el caos. El ritual era para todas las edades, razas, clases y variedad de nerds. Fue oficiado por la alta sacerdotisa discordiana “Master Ego”. Por supuesto que había reglas, siempre las hay. Una de ellas era que “Todos los actos de amor y placer ocurren en la sala de al lado”. Y efectivamente en la sala del lado celebraban al mismo tiempo un ritual llamado “Todos los actos de amor y placer” en honor a la Pomba Gira. www.discordian.com/ aún no está disponible, pero salía en el programa, imagino pronto lo subirán.

12:30 pm y ya era hora de dormir. Dormir y soñar. Creo que soñé todo lo que no había soñado en meses.

Día 2.

No puse el despertador. Mi plan era dormir hasta tarde, pero no resultó, desperté igual temprano. Así que busqué qué hacer y la mejor opción me pareció visitar la suite de hospitalidad del Coru Cathobodua, un sacerdocio dedicado a Morrigan, a las 10 hacían las oraciones matinales en el templo que establecieron en una de las suites. Estaba cuidadosamente decorado con más de cinco altares y espacios dedicados a Morrigan, Macha, Brighid, Dagda, Cu Culhainn, Manannan, entre otros, donde podías dejar la tradicional ofrenda de whisky. El espacio estaba tan bien cuidado que me podría haber quedado horas. La sacerdotisa, luego de las oraciones, ofrendó un cantó en Gaélico hermoso. El lugar era tan acogedor que volví varias veces en el día. En una de las ocasiones aproveché de conversar con una sacerdotisa en la suite de al lado, donde estaban los snacks y servían las mimosas (champaña con jugo de naranja). Ella nos contaba que el sacerdocio de la Morrigan lo vinculan a un rol activista y de defensa del débil. Se sienten llamados a denunciar e intervenir cuando una situación está mal, cuando alguien maltrata un niño, un animal, cuando alguien es violento. De alguna forma no basta con hacer el bien si no se detiene el mal, y se refería a situaciones claras. Muchos sacerdotes/isas de la Morrighan practican artes marciales, no sólo para saber defenderse, sino también para tener una percepción de qué es la guerra, porque las generaciones o países que no han vivido guerras olvidan el dolor, y que mejor forma de conocer ese dolor que experimentándolo a través del cuerpo. También perciben esto como una reacción al movimiento Hippie al “ain’t gonna study war no more” que es de la generación que muchos vienen. En la Pantheacon el Coru dio un taller de autodefensa para mujeres, siguiendo ese llamado activista.

No me podía quedar todo el día ahí, había mucho que ver y hacer, me fui a hacer la cola para el ritual de sanación con Brighid, me había vestido de blanco, pero haciendo la cola, sentí que no quería estar ahí, me sentí incómoda, y además, que por más que estuviera en ese hemisferio, no me siento en Imbolc, tenía una petición de sanación de una amiga, pero la podría llevar al templo del Coru, al Altar de Brighid, así que me salí de la cola, cuando ya estábamos a punto de entrar, y me fui a la sala de hospitalidad de Blackrose Witchcraft, donde había un Meetup de la tradición Feri junto a Storm, me sentí muy cómoda ahí, en verdad me quedé todo el día entre esa sala y la del Coru, comiendo muffins y bebiendo té, relajada, conociendo otros paganos. En uno de los paseos por los pasillos entré a la hospitality suite de Weiser Books y ahí estaba Lon Milo Duquette terminando de cantar algunas de sus canciones, me quedé un rato a compartir, nos decía que su libro Chicken Qabbalah lo había escrito Rabbi Lamed Ben Clifford con toda seriedad. Y en eso un artesano nos muestra un anillo compuesto de cinco partes que se ensamblaban como juego de ingenio en un pentagrama, era maestro, nunca había visto una pieza así! Era el verdadero “señor de los Anillos”.

A las 9 pm era la fiesta Blackrose, tenían buena música, que al rato no se escuchaba porque había mucho ruido, a mitad de fiesta bajé para una “traditional séance” en la que llamaríamos a los espíritus de nuestros seres queridos muertos, pero había tanta gente que aunque trabajamos en grupos, fue imposible practicar bien, nos quedamos con los consejos de la médium y algunas percepciones de los espíritus que vivían en el hotel.

Terminado el ritual volví a la fiesta y me encontré con una chica que había conocido en el Coru, Michaela que era de ascendencia nativa americana y estaba hilando collares de mostacilla de sanación, con ella conversé bastante sobre el tema de los nativos americanos . Ella me contaba de la actitud de los Heathens, que al parecer por todo el mundo tienden a hacer separaciones raciales. Al parecer son muy numerosos en Estados Unidos y provocan bastantes problemas. En la PantheaCon había una sala de hospitalidad de la Alliance for Inclusive Heathenry que recalcaba que era una organización no racista que da la bienvenida a personas con distintas descendencias. Fuimos un rato a la otra de las fiestas, la verdad es que eran varias, nos fuimos a la “Green Faery Absinthe Party” que era en una suite mucho más grande en el piso 10, nos quedamos un buen rato, conversamos con más paganos sobre el tema de los afroamericanos y la matanza por parte de la policía, etc. Había bastante información sobre activismo como “black life matters”.

Día 3.

Si, logré dormir hasta más tarde, a las 11 estaba en la cola para el taller de Lon Milo Duquette de Magia de Reencarnación, me lo recomendaron, y le dio el toque enoquiano al fin de semana. Fue muy divertido, realmente el veterano es carismático y es un chiste, tiene mucho sentido del humor, y gracia para transmitir el conocimiento, como buen viejo tiene mil historias, y también nos cantó una canción.

Luego me fui a la hospitality room de la Sisterhood of Avalon, eran de las pocas que sabían que eran las sacerdotisas de Avalon, y algunas habían ido a mi taller. Había torta y celebraban 6 años en la PCon. Ahí conocí a algunas hermanas de la sisterhood, a Jhena Telyndru y a un druida galés de OBOD, amigo de la hermandad, la sisterhood es sólo femenina. También ahí recibí bastante feedback de mi trabajo y quedé conforme, al menos pude transmitir un conocimiento no académico que era lo que yo buscaba, y en ese sentido me sentí más tranquila.

A la tarde me encontraría con Valerie poco antes del “Revival” ritual de los DustBunnies, cargado de emoción y canto. Feliz reencuentro.

Día 4.

Finalmente a la mañana, siguiente fui a la charla de Jhena sobre Morgen la Fey, en la que la distinguía bien de la Morrigan y planteó bastantes paralelismos con Modron, todo basado en la etimología.

Y lástima que terminó el festival de este año!

Espero no haberlos lateado! Y espero se entusiasmen para ir alguna vez al Disneyland Pagano! Probablemente para todo hay un Disneyland en Estados Unidos.

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