El 2017, Mat Aurin realizó una encuesta entre varios paganos norteamericanos sobre el hex appeal del activismo. Es decir de lo tentador que es utilizar brujería para maldecir, durante momentos de agitación social, como los que hemos estado viviendo en Chile los útimos meses. Me entretuve mucho leyendo las respuestas de todos y decidí autoencuestarme y responder las preguntas.
¿Crees que maldecir, congelar, etc es válido y efectivo como magia cuando se trata de justicia social o activismo ecologista?
Yo personalmente no la he usado, pero puede ser valida en circunstancias en que lo que está ocurriendo es una verdadera amenaza para las especies, para las personas, y en las que los trabajos de protección y transformación no han podido funcionar. La brujería es el arma del oprimido, y puede usarse para empoderar a los que están en desventaja.
Sin embargo si vas a hacer algo a través de un ritual, que sea primero algo que no se puede conseguir por medios mundanos, y segundo, que sea algo que si harías si pudieras en la realidad. Es decir, si no eres capaz de lanzarle una piedra a alguien, entonces no deberías maldecir para que a esa persona le llegue una piedra. Tu moral debería ser igual en la magia y en lo mundano, de lo contrario yo pensaría que no crees en la magia.
¿Qué piensas de la ley de tres?
No creo en la ley de tres, ni en ninguna ley que suene a castigo. Todo lo que hacemos tiene consecuencias, y todo lo que hacemos de alguna forma nos afecta a nosotros mismos. Si maldecimos, nos maldecimos. Estamos todos conectados y es difícil separarnos de nuestra brujería, es parte de nosotros. Hasta nuestro entorno cercano se puede ver afectado. Pero como brujas o brujos podemos asumir la responsabilidad de lo que hacemos. Las cosas no se devolverán tres veces, pero también sería absurdo pensar que no nos pasará nada. Podemos asumir el costo, ensuciarnos las manos, sabiendo que eso nos puede hacer daño.
Por otra lado, muchas veces podemos hacer daño bendiciendo, deseándole a las personas cosas que creemos, son buenas para ellas, pero en verdad no sabemos, nunca sabemos. No hay blanco y negro en la brujería, vivimos en un mundo muy complejo para que todo sea tan simple como bendecir o maldecir, hay matices. Y siempre tenemos que asumir la responsabilidad de que podemos estar equivocados.
¿Crees que existen maldiciones justificadas cuando se trata de justicia social o medioambientalismo?
Creo que sí, sobre todo porque en la brujería uno puede tratar todo como si fuera una persona, y puede maldecir o congelar instituciones, proyectos, etc. Por ejemplo congelar un proyecto de termoeléctrica. Maldecir una sociedad anónima para que se disuelva. No hay nada de malo en desear que algo no funcione. Así como no hay nada de malo en desear que algo funcione. Como yo soy sacerdotisa, entonces siempre lo que pido está sujeto a la voluntad de la Diosa, y en ese sentido si pido algo que no va en beneficio de ella, entonces simplemente no funcionará.
La brujería también nos llama a aprovechar lo que tenemos y si sentimos rabia podemos hacer un ritual con ella para ayudar a poner límite al abuso: abusos de poder, abuso económico, abuso al medio ambiente. La rabia es excelente para la defensa.
¿Qué precauciones hay que tomar para lanzar una maldición?¿Cuales son los efectos secundarios?
La maldición es uno de los trabajos mágicos más costosos. Puede descentrar a la persona que lanza la maldición y destruir su conexión espiritual con algunas entidades. Por ejemplo si tienes votos o acuerdos con entidades, estos podrían romperse. Esto podría derivar en un desempoderamiento de la bruja o brujo. Algunas personas sienten que sus rituales se vuelven menos efectivos luego de hacer una maldición.
La maldición puede afectar al entorno, animales y familia, si no están bien protegidos.
Y por supuesto tendrá consecuencias en el entorno de quienes sean maldecidos, es imposible aislar a una persona.
Siempre antes de maldecir, probar todas las otras formas de resolver el asunto, mundanas y espirituales. Hacer adivinación. Y ponerse en contacto con entidades que asistan.
Sobre todo poner el objetivo antes que la maldición. Qué es lo que se quiere lograr, más que qué es lo que se quiere destruir. El objetivo de la maldición o el congelamiento debiera ser siempre la defensa y no la venganza.
Por otro lado, es mucho más fácil maldecir a una persona común y corriente que a una persona que está en una cúpula de poder, porque el poder es uno solo y para derribar ese poder se necesita mucha más energía. Por ende, a veces es mejor ahorrarse ese gasto de energía, porque puede ser inútil.
¿Qué otros métodos de magia pueden usarse para el activismo social y ambiental?
Para el activismo medioambiental es escencial trabajar con las diosas, dioses, espíritus, elementales y hadas de la tierra que está siendo amenazada, para que ellos mismos protejan el territorio y para fortalecerlos.
En el caso de la justicia social creo que es propicio trabajar con Diosas de la compasión, que despierten la empatía en las personas con poder, como Nólava, Kwan Yin, Hekate, etc.
¿Qué podemos hacer como brujas para asistir a las personas durante la agitación social?
Escuchar, contener, y mantener las comunidades activas, hacer ceremonias para liberarnos, para encontrarnos, para relajarnos, para mantenernos conectados con el placer, ya que placer es poder, y sin placer, lo que surja no será nada bueno.
¿Algún otro pensamiento?
Muy importante es alinearnos con los objetivos: votar, separar la basura, donar a las instituciones que cuidan el medioambiente, informarse, manifestarse, etc.